La actitud emprendedora es la capacidad de crear o iniciar un proyecto de vida, sea éste personal, laboral, académico o un nuevo negocio, teniendo como fuente de inspiración la confianza en sí mismo. Se traduce concretamente en acciones. Es iniciar, hacer y actuar.
Se genera a través del desarrollo de capacidades tales como la creatividad, la innovación, el liderazgo, la autonomíapersonal, la cooperación, el trabajo en equipo o la responsabilidad social. Estas capacidades pueden desarrollarse en cualquier etapa de la vida.
A través de nuestros programas desarrollamos las habilidades necesarias para contribuir al crecimiento integral de las comunidades, a través de metodologías de aprendizaje que fomentan el potencial emprendedor como actitud de vida.
Co-diseñados y construidos desde el territorio, nuestros programas promueven el desarrollo del tejido social con foco en las personas, impactando positivamente a las comunidades en un círculo virtuoso.