La iniciativa, financiada por Minera Spence, benefició a 105 estudiantes de enseñanza básica, media y superior, residentes de las comunidades de Sierra Gorda y Baquedano, ubicadas en la Segunda Región de Antofagasta.
El Programa Becas Académicas, implementado por Fundación Juventud Emprendedora y financiado por Minera Spence, responde al compromiso de ésta última con el desarrollo sustentable de las comunidades anfitrionas de sus operaciones en el norte del país, brindando de esta forma soporte de las familias de Baquedano y Sierra Gorda, especialmente a sus niños, niñas y jóvenes, que cursen la enseñanza formal entre 8vo Básico y Educación Superior. Específicamente, el programa brinda apoyo económico a las familias beneficiarias, junto a una serie de herramientas socioeducativas que contribuyan al ingreso, permanencia y egreso de las y los estudiantes de sus respectivos cursos, promoviendo trayectorias educativas positivas en cada uno de los y las participantes.
El año 2019, el programa Becas Académicas benefició a 105 estudiantes (52 mujeres y 53 hombres), 69 residentes de la comunidad de Baquedano y 36 de Sierra Gorda. Respecto de sus niveles de educación, 22% correspondió a estudiantes de enseñanza básica, 45% correspondió a estudiantes de Enseñanza Media y 35% a Educación Superior. Este año el programa incorpora por primera vez a 23 estudiantes de 8vo Básico, quienes a pesar de no recibir aportes económicos, fueron beneficiarios de todo el sistema de acompañamiento socioeducativo y familiar, así como otros ocho estudiantes de enseñanza media de ambas comunidades que se integran al trabajo de tutorías. “Este año en total apoyamos a 105 familias de las comunas de Sierra Gorda y Baquedano, lo que representa un incremento del 29% respecto del año pasado”, explica Keylha Riquelme, Jefa de Desarrollo Socio-Educativo de Fundación Juventud Emprendedora.
Según cuenta Keylha, “la metodología de este programa de acompañamiento es exclusiva del trabajo en terreno realizado por Fundación Juventud Emprendedora (FJE) y corresponde a un intrincado relacionamiento con la comunidad como prioridad, siendo los pilares del programa el trabajo colaborativo que se realiza con los dirigentes, líderes y organizaciones sociales de cada localidad”. Todo lo anteriormente relatado se realiza previamente al proceso de postulación y selección, donde se recibieron 90 solicitudes. Los 74 seleccionados/as –de los/as 90 que postularon- se elegieron entre los meses de enero y febrero, según criterios definidos previamente por cada comunidad, los que corresponden a rendimiento académico, residencia comprobable en la localidad, además de tomar en consideración la motivación, compromiso y participación de los y las estudiantes en el programa y su comunidad.
Dentro de las líneas de trabajo en el periodo de ejecución del programa, llevado a cabo entre abril y diciembre de 2019, destacan el apoyo socioeducativo a los y las estudiantes, así como la entrega de herramientas a sus familias. “Entre las actividades que contempla el programa encontramos un diagnóstico socioeducativo, tutorías, orientación vocacional, programa propedéutico y seguimiento educativo, así como talleres de entrega de herramientas a padres y apoderados para que éstos tengan un apoyo efectivo a sus respectivos pupilos/as, los cuales contaron con un 69% de asistencia promedio durante todo el año escolar”, relata Riquelme.
Otra relevante actividad del programa fueron las ferias vocacionales. Con exposiciones, consultas, stands y conversatorios, éstas se realizaron exitosamente en ambas comunidades, asistiendo 200 personas promedio a la feria de Sierra Gorda y aproximadamente 100 a la de Baquedano. Entre las participaciones destacadas se encuentra la de la U. Católica del Norte, la U. de Antofagasta, la U. Arturo Prat, SENDA, SERNAMEG, entre muchas otras.
Gracias al acompañamiento antes descrito, el cien por ciento de los y las participantes de enseñanza media aprobaron su año escolar con un promedio total de notas de un 5,9. En cuanto a los/as estudiantes de 8º Básico participantes del programa, un 96% aprobó exitosamente su año educativo, con un promedio de notas de 6,3.
Para terminar, la Jefa de Desarrollo Socio-Educativo de la Fundación nos relata que “FJE cree firmemente que este tipo de programas son un agente movilizador dentro y fuera de las localidades participantes, ya que diversifican las a veces limitadas posibilidades que tienen los estudiantes y sus familias desde el sector público en cuanto a educación. La oferta de valor del programa radica en crear un clima de acercamiento y respecto entre todos los actores de la comunidad educativa.”